martes, 29 de enero de 2013

EQUILIBRIO: ESENCIA PERSONAL Y LAS RELACIONES DE PAREJA


Por ahí leí la siguiente frase... "Qué bueno que te estás esforzando por cambiar, así te quiero más"... curioso porque si el amor implica aceptación, ¿porque la persona debe cambiar para ser amada?.

Pienso que para cuando ya hemos pasado la barrera de los 20 serán pocas las cosas que como individuo logremos cambiar, pues ya el proceso de modelación del carácter y costumbres de alguna forma habrá finalizado.

Teniendo en consideración lo anterior, es que pienso que si de parejas se trata la cuestión no está en modelar a alguien a nuestras necesidades, si no en aceptarlo o no. Es por eso que considero que el periodo de pololeo como se llama en Chile o noviazgo en otros países, es tan importante, porque es el periodo de estudio mutuo en donde se deberían evaluar las proyecciones futuras como pareja y analizar el hecho de que al entablar una relación de pareja se unen dos mundos que deben de alguna forma acoplar para funcionar como una máquina con sus engranes, sin embargo para que esta máquina llegue a funcionar perfectamente debe revisar cada componente interno y ver si efectivamente las piezas calzan, donde si no calzan, es mejor no seguir adelante con la relación, pues puede causar un daño permanente en uno o ambos miembros de la relación.

Normalmente sucede que lo que cada persona aporta a la relación para que esta funcione debe ser pulido, mejorado, pero es importante tener en cuenta que nunca debe ser anulado, pues cada detalle es fundamental para que los individuos que componen la relación no pierdan la esencia, ni la conciencia de ellos mismo y de quienes son.

Por tanto, entrar en conciencia que cuando se está en una relación de pareja es trabajar en equipo y no una empresa con un solo jefe a la cabeza, es fundamental para mantener la salud mental de ambos en buen estado y que ambos sean capaces de expresarse libremente dentro de la misma, sientiendo cada cual que aporta algo importante dentro de ella, ya que si esto no se cuida este detalle es muy fácil que alguno o ambos caigan en la segunda enfermedad más común de nuestra sociedad... la DEPRESIÖN, esto porque aquella persona que ha perdido su capacidad de expresarse y de ser espontaneo, va perdiendo además su autoestima y consecuentemente esto puede conducir a una actitud extremadamente sumisa o autodestructiva.

¿Cómo darnos cuenta de que esto no está sucediendo en nuestra relación?... los síntomas son claros, aunque a veces no tan evidentes, pero en líneas generales podríamos decir al respecto lo siguiente, generalmente la parte que anula a la otra, no tiene conciencia de ello, normalmente por su carácter (casi siempre muy fuerte y dominante), las cosas simplemente se dan así porque tiene que darse de esa forma, ellos sienten que como nadie toma la iniciativa en la relación, uno de los dos debe dirigir las cosas y como se siente la parte más fuerte de los dos, entonces toma el control completo de la relación, donde él o ella, toma todas las decisiones y dirige cada detalle y generalmente este individuo se ve dominado por el estrés. Por otro lado la parte anulada, pasa de ser una persona espontanea a una persona sin iniciativa propia y con el paso del tiempo se vuelve cada vez más temerosa de cometer errores, gradualmente cae en un estado depresivo crónico. Sin embargo no creas que esto es rápido y sencillo, ni tampoco que esto sucede en poco tiempo,  normalmente esto toma varios meses y hasta años, en donde antes de ceder completamente la voluntad a la otra parte, la parte más débil normalmente lucha (aunque tal vez no de la forma más apropiada) por mantener la identidad propia dentro de la relación, sin embargo como esto normalmente trae constantes discusiones y peleas, por mantener la relación, finalmente esa voz se calla y simplemente acata.

En la apariencia física igualmente se empiezan a apreciar estos síntomas, con alzas o baja de peso, en el individuo que ha perdido su capacidad de ser él mismo dentro de la relación, se manifiestan entonces todo tipo de desordénenos intestinales, el estado de ánimo cambia, normalmente se sienten muy agotados, evidentemente también el deseo sexual se ve alterado y el lívido disminuye notoriamente, especialmente en la mujer y generalmente, además de todo ello se pierden las ganas de verse y vestirse bien.

Ante esta situación y antes de caer en este tipo de relaciones que yo denomino TÓXICAS... les aconsejo que aprendan a conversar, aprendan a trabajar en equipo y  a ser amigos en la relación, por ningún motivo permitan que uno de los dos asuma un rol de padre o madre o director dentro de la relación, eso es una situación absolutamente desvirtuada, sean honestos consigo mismos y con sus parejas sobre lo que les gusta y lo que no les gusta, aprendan a transar formas de procedimiento, pero no cambien su esencia, mantengan siempre el espíritu alegre, guarden tiempo y espacios para si mismo y nunca olviden quienes son, de donde vienen y a donde van en la vida, mucho más allá de sus parejas o familia, piensen en lo que siempre quisieron en la vida y no pierdan de vista sus objetivos, pues ellos, les permitirán no solo mantener su carácter, sino también su relación, dado que nunca deben olvidar que si alguien decidió estar con ustedes no es porque usted se adaptó completamente a la otra persona, sino porque poseía características que él o ella admiraba de usted y ellos mismos no poseían, pues normalmente se admira lo que no se tiene. 

SEA FIEL A SI MISMO Y LOS DEMÁS SERÁN FIELES CON USTED.

domingo, 27 de enero de 2013

Mujeres de admiración

Tengo una madre muy especial a la cual admiro mucho por su empeño y esfuerzo, por  su espíritu de superación. De ella aprendí sobre la ternura y la importancia de Dios en mi vida y en la vida de cada ser que nos rodea. También aprendí que las cosas son más fáciles de realizar y de mejor manera cuando las haces cantando, con alegría en el corazón. Esa es mi madre una mujer a la que ningún desafío le ha quedo pequeño, irradia ternura y mantiene siempre el espíritu alegre cual niña de 15.

Pero así como mi madre he conocido otras dos mujeres que han sido dignas de mi admiración, ambas madres de dos personas muy especiales que de algún modo marcaron mi vida. La primera, lamentablemente falleció, pero a ella la admiré siempre por su entrega hacia su hogar y familia, admiré el profundo sentido de familia y de cómo ella mantenía siempre unido su hogar, no había día que no la viera afanada en las labores de la casa, aún después de las extenuantes jornadas laborales y sin dudas era quien dirigía su hogar y mantenía la armonía en él. La otra mujer es una mujer tremendamente capaz, quien ha sabido afrontar con entereza las vicisitudes de la vida y mantenerse en pie, una mujer muy profesional, pero a la vez muy humilde y sencilla, una mujer capaz de dejarlo todo por el amor a su hijo.

Cuando miro atrás y veo a estas grandes mujeres que han sido y parte de mi vida, me digo a mi misma... si tan solo lograse alcanzar un mínimo de lo que ellas son... pienso que a mujeres tan grandes como ellas hay que reconocerlas cada vez que se tenga ocasión, porque no todos los días te topas con una mujer así y sin duda de ese tipo de mueres aprendes grandes lecciones de vida.

Por tanto hombres y mujeres, valoren a sus madres en vida, regalonéenlas cada vez que puedan y díganle lo agradecidos que están de ellas, pero así también valoren a sus suegras y a cada mujer especial que Dios acerque a sus vidas, casi siempre esas mujeres con actos les demostrarán las lecciones más importantes de la vida.

domingo, 20 de enero de 2013

El tiempo propio no se cambia por nada.



Cada fin de semana cuando ya llega el viernes... cómo me gustan esos momentos personales... y por favor que nadie moleste!, al menos eso es lo que yo y gran parte de las personas que trabajan de sol a sol dicen al llegar el fin de semana.

Y es que es cierto, con el ritmo de vida actual, el tiempo personal, no debe cambiarse por nada, los momentos para estar consigo mismo y darse un gusto y sentirse cómodo consigo mismo son imprescindibles para poder enfrentar la siguiente semana

Es ese tiempo que nos permite reencontrarnos con lo que somos y mantener nuestra identidad a través de las actividades que más nos gustan, las cuales principalmente están dedicadas a la recreación y relajación de nuestro ser. Es este tiempo el que jamás se debe transar, porque cuando se pierde ese tiempo, comienza a entrar la monotonía en nuestras vidas, así como el estrés.

Es normal que pasado cierto tiempo en las relaciones, cuando ya se ha ido la magia del conocerse mutuamente, de pronto, sucede que ya nada es una sorpresa y entramos en cierto estado de estabilidad normal, donde todo en nuestras vidas se vuelve plano y a veces nos falta hasta la creatividad. Entonces nos preguntamos, ¿qué pasa?, ¿será que algo malo anda en nuestra relación, en nuestras vidas?, la verdad es que no, nada malo sucede, simplemente casi siempre lo que pasa es que estamos aburridos de vivir los días del mismo modo todo el tiempo y al compartir con alguien nuestro mundo, perdemos esos espacios de libertad para recrearnos como lo hacíamos cuando estábamos solos, por tanto nuestra forma de comportarnos cambia, pero yo me pregunto, ¿qué pasaría si lográsemos mantener al menos una cuota de nuestro mundo con nosotros?.

Considero que el espacio y el tiempo personal no debe transarse bajo ninguna excusa, no por el trabajo, no por los amigos, no por la familia, no por nuestra pareja y ni si quiera por nuestros hijos, por más egoísta que suene en realidad hacer esto no lo es, sucede que alimentar esa parte del espíritu que es propia, es a la vez hacer algo por los demás también, pues nos permite renovarnos y entregar lo mejor de nosotros al resto, no por nada la biblia nos dice "Ama a tu próximo como a ti mismo", esta frase es conocida mundialmente como la regla de oro,  pero ojo, no dice ama a tu próximo más que a ti mismo, sino que te menciona a ti primero como parámetro de referencia. Entonces, si tú no eres capaz de amarte a ti mismo, de entregarte tiempo de calidad a ti mismo y de renovarte tu mismo, ¿cómo pretendes entregar a los demás algo de calidad?.

Frecuentemente me encuentro con frases como... estoy muy cansado, hoy no te puedo ayudar, o, no molestes que no quiero saber nada de eso hoy día, etc. Entonces me doy cuenta que estamos dedicando mucho tiempo a trabajar y poquísimo tiempo a hacer aquellas actividades que realmente nos gustan y que nos permiten disfrutar de quiénes somos y de sentirnos  a gusto con nosotros mismos. Esto es muy importante, pues nunca hay que olvidar que nuestra pareja nos escogió, porque teníamos una forma muy particular de ser y esa esencia jamás se debe perder.

Considero que después de extenuantes jornadas de trabajo y de muchas veces pasar malos ratos con el jefe o con la gente que trabajamos, es importantísimo apartar aunque sean 15 minutos, para nosotros mismos y además de ello, apartados de todos los demás miembros de la casa. Un espacio que nos permita tal vez leer un buen libro, darnos un buen baño de tina relajante, jugar en el computador nuestro juego favorito, escuchar música, practicar algún deporte, etc. cualquier actividad que nos sea gratificante, pero debe ser a diario, para que luego de eso podamos entregar a los demás un buen estado de ánimo.

ENTONCES, POR EL BIEN TUYO Y DE LOS DEMÁS... NO TRANSES TU TIEMPO PERSONAL POR NADA.