Hoy quiero hablar de las palabras dulces... esas palabras que si
la sociedad las repitiera más frecuentemente entonces, tendríamos un mundo
mejor.
He comprobado en carne propia, lo duro de
la vida y el duro trato de las personas, he pasado por días muy difíciles donde
lo que los demás te dicen a ratos te hunde, te bloquea, te lleva a tener
pensamientos grises o aún más oscuros y de pronto en la contraparte, al
escuchar palabras lindas y el trato amable, es difícil describirlo sin embargo
puedo decir que como mujer me siento revivir, siento interiormente mis fuerzas
renovadas y la perspectiva de vida cambia.
A que voy con esto... pues he escuchado
muchas veces a gran cantidad de hombres decir "No si yo a mi vieja la
quiero" o "Mi señora se merece mucho", pero a la hora en que eso
debe ser demostrado vamos viendo un trato muy duro, que a la vez endurece con
el paso del tiempo a quien está a tu lado y ya le vale... le importa muy poco lo
que le hablen o a veces hasta reaccionan simplemente muy agresivas y cuando las palabras dulces llegan no saben reconocerlas.
También he visto este comportamiento a la
inversa donde la mujer es quien maltrata con sus malas palabras... pero debo
admitir que la mayoría de los hombres tiene una reacción distinta y pasa como
"normal". Sin embargo, llega el momento en que simplemente un día
llega, se levanta, se mira en el espejo y dice, esto no es para mi y sin más se
marcha de la vida de esa persona. Luego, luego se preguntan las mujeres... que
fue lo que paso?.
Bueno revisemos este asunto, ya he hablado
en más de una ocasión sobre el respeto, pero aquí nos hemos topado con una
variante de la forma de mostrar respeto hacia otra persona. Las palabras
bonitas, dulces y amables son una excelente forma de mostrar respeto y no solo
eso si no un muy buen síntoma de amor.
Conclusión, el cuidado de las palabras y
el tono de las mismas es muy importante a la hora de de relacionarnos,
especialmente en los temas que tienen que ver con la relación de pareja.