En estos días, me tocó redactar una carta de una esposa a un esposo, que luego de 10 años de matrimonio, decidió marcharse de casa, el motivo... "una falta de respeto", porque la Sra., le había pedido a una persona que moviera la camioneta del matrimonio de la entrada, porque molestaba la pasada y sin querer, la persona le hizo un rayón al vehículo... después de escuchar entre sollozos, los detalles de la situación, y mientras me disponía a escribir lo que ella quería expresarle, me preguntaba, ¿no habría sido más fácil para este hombre decirle la verdad?, y es que seamos francos... nadie se va de casa por un rayón de un vehículo... o por una "falta de respeto", es claro que lo que pasó aquí, es que este hombre se aburrió de vivir la vida como la estaba llevando y en vez de comunicárselo a su esposa, decidió callar, callar y callar, hasta que un día simplemente al mirarse al espejo, se dio cuenta que ya no daba más de esa vida sin sentido al lado de una persona que dejó de amar.
Yo me pregunto, ¿cuan distinta hubiese sido la situación, si desde el primer momento en que ya las cosas no le gustaban, hubiese hablado? a estas alturas, es claro que no lo sabremos, pero de una cosa si estaríamos seguros, le habría dado al menos una oportunidad de reaccionar a esa persona que jamás se enteró que estaba haciendo mal las cosas como para retener su presencia y amor junto a ella.
Después de haber pasado por más una experiencia de decepción y desamor en mi vida, comprendo perfectamente a esa mujer, que lloraba desconsolada, porque no lograba entender por que razón él simplemente la dejó. Se perfectamente que después del llanto vendrá un sentimiento de culpa y autorechazo, en donde ya no le gustará nada de si misma, culpándose de todo ella mima... y seguido a eso, entrará en razón y dirá... ¿porque no me dijo antes que ya no me amaba?! y es que si hubiese sido sincero, aún cuando la verdad duele y más aún cuando es por desamor, al menos no pierdes tiempo, permaneciendo al lado de una persona que ya hasta tu presencia le molesta y dice una y otra cosa, para bajarle el autoestima, como una forma de hacerle sentir tan miserable como se siente él, al no encontrarse a gusto, pues él siente que permanecer al lado de quien ya no ama, es como la cárcel misma.
Cuando analizo esto, considero que la verdad muchas veces puede ser dolorosa, especialmente si se trata de sentimientos tan intensos como el amor, sin embargo, cuando los participantes de una relación se expresan con sinceridad ante todo, por más dura que sea la verdad, siempre es más aceptable y más fácil de subsanar en el tiempo. Considero que no nos debemos engañar, pensado que una mentira, suavizará las cosas y hará todo más llevadero, porque no es así... mientras más tiempo se pasa tratando de sostener una mentira, más profunda se hace la herida al momento de correr el velo que no permitía ver con claridad las cosas. A veces es tan severo el daño en una persona, que se vuelve irreversible y esta jamás vuelve a ser la misma, y aunque quiera, no volverá a confiar en nadie más.
Mi conclusión ante todo esto es la siguiente... LA VERDAD A VECES DUELE, PERO SIN DUDA ES EL MENOR DE TODOS LOS MALES y es más fácil de sanar y seguir adelante cuando se tienen las cosas claras.
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