lunes, 15 de septiembre de 2014

El origen de las mentiras...

Cuando pienso en las veces que he mentido o las veces que me han mentido, puedo ver las consecuencias de ello que lamentablemente nunca son buenas... sin embargo pensando en todo ello, he decidido buscar el origen de ello y he vuelto la mirada a mi hijo, que está recién creciendo, recién formándose, entonces... entonces me he dado cuenta cómo comienza este proceso.

Las mentiras y la tendencia a mentir, no nace en la etapa adulta, nace en la primera infancia, nace como forma natural del niño, de sus ganas de explorar el mundo, de sus ganas de conocer, de sus ganas de traspasar los límites que mami y papi han puesto. Donde muchas veces el problema no es el niño, el problema somos nosotros los adultos que forzamos al niño a tomar medidas de protección porque los adultos hemos puesto niveles de exigencia demasiado altos.

Mi hijito pequeño me ha mentido no una, sino varias veces y romper ese siclo me ha costado mucho, principalmente porque la cara de enfado que muestro delante de él es tan dura, que mi hijo llega a pensar que el castigo que le va a caer es tan tremendo, que mejor no hubiese abierto la boca para decir la verdad. Entonces me miro a mi misma a esa edad y puedo entenderlo, puedo remontarme a los años en que estaba yo parada frente a mi padre, quien siempre puso muy altos estándares de comportamiento social sobre mi, puedo verme a mi misma siendo la niña perfecta frente a los demás, pero yo dejando de ser yo misma, puedo recordar el seño fruncido en sus cara cada vez que me equivocaba, puedo aún sentir los pellizcones que recibí, cada palmazo, cada humillación, cada empujón, cada golpe recibido... uno tras otro y a medida que crecía, eran cada vez más duros... Entonces y solo entonces, recapacito y me doy cuenta que sin querer he seguido en alguna medida el mismo camino herrado de mi padre... entonces, solo entonces me he dado cuenta que el camino en el cambio de conductas en los niños es la respuesta, para no solo evitar que él cometa los mismos errores que yo en el futuro, si no que me obliga a mi también a cambiar frente a esta situación... no solo en la forma de manejar mi enojo, sino que también el hecho de hacer esta reflexión me ha hecho entenderme yo misma, lo cual me ha hecho perdonarme también y es curioso como es la vida, pero aquellas pequeñas mentirillas que uno dice cuando llega tarde a algún lado o aquellas que da como excusas, también desaparecieron de mi vida.

El tener hijos es realmente una experiencia magnífica, porque nos brinda una nueva oportunidad en la vida para entendernos para conocernos, para perfeccionarnos, para mejorar y superarnos. Hoy, por mi hijo, puedo decir que si me miro a mi misma, soy mucho mejor persona que antes que él naciera. Por eso si alguna vez se ven en la disyuntiva de ser padres o tienen temor de los que vendrá en el futuro, yo les digo NO! no teman... porque nadie te prepara para ser padre y tu hijo no sabe que le espera en este mundo, pero el camino de su vida no lo recorre él solo, lo recorres tu junto a él y es una cuestión de vida, pero sabes... esta es una oportunidad maravillosa de cambiar de cierta forma tu pasado. Por eso aquello que dicen de la realización de los padres en los logros del hijo, es una realidad inevitable.

Finalmente y volviendo al tema de las mentiras, puedo decir que la manera en como tienen de corregir este problema es enseñándole a sus hijos a agarrar el valor y la fuerza para vencer sus temores y afrontar la realidad no importando cuan duro pueda parecer, la verdad tiene el poder de hacerte crecer, de hacerte sentir más fuerte, de sanar heridas profundas, de liberarte de un gran peso y finalmente de mirar a los ojos a quien sea. Es necesario que este tema se converse, que tu hijo logre entender que las mentiras causan no solo problemas, sino que dolor.. mucho dolor y a veces sus consecuencias pueden ser de muerte, es necesario que comprenda que un mentira no solo afecta a una persona sino a todo aquel que cree su mentira, pues hace base en eso para tomar decisiones.

Admitir que uno ha mentido, no es fácil, es tremendamente difícil, pero una vez que has dado el primer paso  los siguientes pasos son muy fáciles de dar y los haces con mucho gusto. Porque admitir una mentira, te obliga a pedir perdón y al recibir el perdón feliz buscas la forma de enmendar el camino. Y te sientes feliz, al principio no entiendes porque, pero dentro tuyo sabes que el motivo de esa felicidad es porque por fin en tu vida as hecho lo correcto y sientes la seguridad de pararte frente cualquiera con la cabeza altiva y la mirada en alto, por el orgullo de ti mismo y de ser una persona verdadera y valerosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario