Mi hijito apenas tiene 7 años, pero a su corta edad comprende más cosas del mundo que las que yo como adulto espero de él.
Como toda madre en este proceso de enseñanza he atravesado por dificultades, que solo el paso del tiempo me ha enseñado a manejar de mejor manera en lo que al trato de los niños se refiere.
En líneas generales considero que realmente tengo poco tiempo como para disfrutar con mi hijo y creo que con el ritmo de vida actual, no son pocas las mujeres que se sienten como yo, con ese peso de conciencia por no poder entregarle más de nosotros a nuestros hijos. Pero como dicen la economía manda y el dinero no crece en los árboles. Producto de esto me he propuesto que el tiempo que pasamos juntos sea de la mejor calidad posible, pero muchas veces me pasa que tras las largas jornadas de trabajo llego a un punto de cansancio que lo único que termino entregando a mi hijo es lo que me sobra en animosidad, vencer esto a diario, no es fácil, sin embargo cuando pienso en que lo que hoy cultivo será su futuro, renacen mis fuerzas y me esfuerzo un poco más para demostrarle a mi hijo, que cuando uno quiere lograr algo, uno puede.
Me ha pasado que de pronto un día mi hijo ya no quiso ir al colegio, cosa extraña porque el siempre gustó mucho de ir al colegio. Lo obligué con el dolor de mi alma, porque el sistema nos lleva y debemos cumplir con nuestras responsabilidades... sin embargo paulatinamente en el paso de los días y los meses el brillo de sus ojos desapareció...
Que terrible! nadie más que no haya pasado por esto comprenderá lo terrible que es ver la mirada apagada de un niño... mi angustia interna es tremenda, pero como madre no puedo exteriorizar esto... sin embargo comencé poco a poco a buscar la raíz de este problema y es que no es fácil siempre... no me había dado cuenta que mi hijo se había vuelto un niño ensimismado... que mi ausencia de casa por exceso de trabajo se había traducido en que mi hijo ahora vivía un mundo interior difícil de llevar.
Que haces cuando esto pasa?... no tuve más alternativa que robarle horas a la noche para volver a encontrar la conexión con mi hijo y de este modo hacer que el se abriera... en cuestión de dos semanas descubrí que su vida en el colegio era algo muy difícil para él... que no tenía amigos, que la profesora era una persona muy abusiva... que maltrataba tanto psicologicamente como físicamente a los niños y comencé entonces el proceso de devolverle al confianza en si mismo a mi hijo.
Aproveché cada espacio de tiempo que tuve con él... conversábamos de principios y valores todos los días y me esmeré mucho en darle las fuerzas necesarias para enfrentar su día de la mejor forma que pudiera, repitiendole siempre que esto solo era un mal rato en su vida, pero que esto no duraría para siempre y que pasaría, sin embargo lo que yo quería de él es que se mantuviera siempre siendo él y que superara la situación... Lógicamente esto también fue acompañado de fuertes intervenciones en el colegio... me aseguré de poner a cada persona en su lugar y lograr que al menos pusieran mas atención en esa maestra que abusaba de su autoridad dentro de la sala de clases.
Se que en todos los libros de psicología se dice que no es bueno que los niños vean discusiones, pero hay una cosa que jamás he visto en los libros de psicología que he leído... Y es que muchas veces para que un niño sienta el real apoyo de parte de un adulto, él tiene que ver las batallas que se luchan por él... él necesita tener héroes reales en su vida... para sentirse fuerte él mismo... tener un parámetro de referencia. Alguien a quien admirar.
Entonces comprendí muy bien esta lección... mi trabajo y mi necesidad de generar dinero jamás debe estar por sobre las necesidades de tiempo de compartir conmigo de parte de mi hijo... Y ese tiempo, no es mañana cuando tu tengas tiempo, es ahora! cuando tu hijo te necesita... mañana... como lo había empezado a hacer mi hijo, encontraría la forma por su propia cuenta de avanzar... lo malo es que a esa edad y sin experiencia, casi siempre el camino es errado.
Gracias a Dios esta situación es algo superado... pero ya comprendí lo importante de prestar atención... uno como madre jamás puede darse el lujo de descuidarse.
Ser padre o madre no es solo el título que te dan cuando un niño viene al mundo, es algo que se forja en el día a día... a nadie nos enseñaron a ser padres... sin embargo con el paso del tiempo, yo creo que he aprendido mucho más en la vida solo por ser madre... he aprendido a ser mas observadora, más paciente, mas asertiva. he comprendido que al final esto de ser madre es un camino que se recorre junto a tu hijo... que es importante el tiempo y la calidad de tiempo que entregas.
Si tu no entregas tiempo a tus hijos, si no te dedicas a observarlos, si no hablas con ellos, si no escuchas lo que tienen para decirte, si no formas, si no les permites cometer errores y no los cometes tu, entonces... no eres un padre real... solo eres un bonito cuadro pintado en la pared.
Cuida tu tiempo... asegúrate de entregarlo a quien corresponda en el momento justo. Cuida a tus hijos... realmente vale la pena.
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