Frecuentemente escucho a mi hijo decir... "mamá disculpa fue sin intención". Cosa que en un niño pequeño es absolutamente comprensible y aceptable, sin embargo cuando un adulto te dice la misma frase... las cosas cambian y creo que soy más exigente conmigo misma y con los demás.
Verás, considero que uno no puede avanzar en la vida como un pajarito volando, uno debe ir aprendiendo y entre las cosas que debe aprender es a tomar conciencia de lo que hace y lo que dice, entender que todo lo que eres tu de alguna u otra forma afectará a otra persona y casi siempre los que conviven contigo o aquellos que han fijado tus ojos en ti entregándote su confianza son los más afectados por lo que tu hagas o digas.
Hacer las cosas con intención involucra tener conciencia de aquel que está al lado tuyo. Ahora si eres bien intencionado, cuidarás mucho lo que hagas o digas, porque procurarás que esa persona no sufra a causa tuya y si no eres bien intencionado, por el contrario... generarás gran dolor.
El hacer las cosas con intención también involucra un cierto empeño además para que las cosas lleguen a un resultado en específico y esto le pone un ingrediente extra, porque poner mayor empeño en las cosas, dejas de ser negligente, aprendes a ser más observador, aprendes a ocupar tu inteligencia en lograr los objetivos que te propones.
Por eso... NO TENGAS INTENCIÓN DE HACER ALGO... SINO HAZ LAS COSAS CON INTENCIÓN. Siempre es mucho mejor, al menos así los demás saben a ciencia cierta a quien se enfrentan cuando te ven actuar.
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