Yo quiero esto... pero debo hacer lo otro... que difícil no?... que terrible cuando el querer se aleja del deber...
Yo he pasado por esta situación tantas veces que ya he perdido la cuenta... quiero quiero algo... pero luego... ahí vamos... terminamos haciendo lo que era nuestro deber, porque de lo contrario.. no nos va también.
El problema es que cada vez que nos vamos por el querer y abandonamos nuestro deber, las consecuencias son nefastas... y entonces perdemos no solo lo que debíamos hacer, sino que también aquello que queríamos, porque de alguna u otra manera el deber nos termina alcanzando y como una avalancha se nos viene todo el peso de la responsabilidad encima.
Yo se que debo ser Fiel... pero cómo quisiera tirar una canita al aire... las consecuencias si tomas lo que quieres?... terminas perdiendo a alguien que de veras te ha amado y no solo eso sino que destruyes por completo una familia y sabes lo que es eso?... terminas no solo deshaciendo algo que con mucho esfuerzo en el tiempo se forjo, sino que destruyes la personalidad de tus hijos y muchas veces el autoestima de la otra persona.
Yo debo pagar mis deudas... pero quiero comprar aquel carro que me gusta tanto... te compras el carro y luego... las deudas te persiguen, al poco tiempo después quedas pero endeudado y es posible que hasta el carro pierdas...
Yo debo estudiar... pero quiero ir de carrete!... vas y luego al día siguiente la prueba era extremadamente fácil, pero por no estudiar has sacado una pésima calificación...
Y así, así van las cosas, cuando medito en esto... creo que entre el querer y el deber, el cumplir con el deber entrega mejores resultados, te lleva por el camino de la disciplina y la disciplina + constancia, te lleva al éxito.
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