martes, 17 de marzo de 2015

El vuelo de la lechuza

Haz visto alguna vez a una lechuza en vuelo nocturno?... yo si, es un espectáculo realmente hermoso... en las noches de mi juventud antes de tener a nadie en mi vida... en el tiempo en que era solo yo y mis pensamientos... en mis noches de soledad y meditación, solía pasarme horas y horas de la noche, mirando el cielo estrellado recostada sobre un estanque de agua que abastecía las casas del lugar.

Lo que podías apreciar desde allí era impresionante... podías ver desde allí todo el ocaso y observar los amaneceres y las puestas de sol, podías observar muy lejos, porque por esos lados era una de las construcciones más altas, entonces una noche... cuando no había luna y el manto de estrellas en el cielo brillaba tan intensamente que parecía que podías tocar las estrellas, en medio del cielo una sombra interrumpió mi vista del firmamento y fue tan licenciosa y tan grande que de lo que estaba recostada me hizo enderezarme y ponerme en pie para averiguar lo que era, de pronto y para mi sorpresa un grupo de 4 lechuzas volaban en torno a donde yo me encontraba... era hermoso verlas en vuelo perfecto, silenciosas pasar por mi lado, su vuelo apenas lo sentí estando a poco más de un metro de ellas.

Realmente ellas aman el aire y disfrutan volar y lo que hacen... pareciera que volar es algo tan simple cuando las ves... ellas son capaces de regular el ritmo de su vuelo y hacen piruetas increíbles. Simplemente una belleza y ahí están... en el silencio... disfrutando su libertad.

Desde aquella noche cada vez que las escuchaba, sabía que habría espectáculo nocturno... puedes imaginar? cada lechuza de las que yo vi, media con las alas extendidas entre 60cm a 80cm... son increíblemente grandes y solo las percibes cuando prácticamente están encima tuyo.

La primera noche que las vi volar a mi alrededor aprendí que en silencio puedes hacer grandes cosas, que el silencio te permite observar a plenitud el panorama que tienes y que para sorprender a alguien la mejor forma es llegar en silencio.

Y por último el vuelo más majestuoso no es aquel que todo el mundo observa, sino aquel que se hace con elegancia, ritmo y paciencia sin transformarse en algo que no se es, si no que más bien, siendo muy consciente de lo que se es.

Nunca olvides quien eres, nunca olvides de que estas hecho, vive la vida, disfruta el vuelo aunque nadie te vea.

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